Hace mucho tiempo que el hobbie de los que empezaban a convertirse en personas influyentes pasó a ser su trabajo y el pan de su día a día. Una profesión poco entendida y valorada que requiere muchas horas de esfuerzo y dedicación.
El mundo digital está cambiando a pasos agigantados y la comunicación que se da a través de él le sigue el mismo ritmo. La profesión de influencer ha nacido a raíz de ello y no se debe obviar ni infravalorar, puesto que si ha alcanzado el éxito actual es porque está funcionando muy bien. Los estudios llevados a cabo hasta la actualidad demuestran que no nos equivocamos.
A día de hoy, la gran parte de los influencers más exitosos de todo el mundo son influencers profesionales, lo que quiere decir que viven de la gestión de su propia marca personal, siendo su trabajo principal, ya sea siendo freelance o empresarios.
Ahora bien, ¿por qué la palabra influencer tiene una connotación tan negativa entre la comunidad de internautas? ¿Nos encontramos ante una situación de simples críticas o de envidia?
Se trata de un tema difícil de tratar y que todavía tiene mucho que madurar, y es que muchas personas ni lo entienden ni comparten. La visión que tienen es la de un grupo de personas que, según ellos, viven ‘del cuento’, ganan mucho dinero engañando y que todo este auge se terminará pronto; en definitiva, un tema muy criticado sin ser debidamente contrastado, y que, en ocasiones llega a puntos verdaderamente inhumanos. Estas ocasiones se centran en los foros que se crean específicamente para hablar y comentar las acciones de diferentes influencers, siempre tras un alias que nada tiene que ver con la identificación de su verdadera identidad, dejando ver su verdadero odio y maldad hacia personas que tan siquiera conocen. Los influencers tienen la suerte de dedicarse a algo que les gusta y con lo que son felices, al igual que otra muchas personas con sus respectivos trabajos, sin embargo al transmitirlo a través de las redes sociales, el caso se amplifica. Esto hace que, como todo en esta vida, no le agrade y guste a determinadas personas.
Afortunadamente, nos encontramos ante un grupo minoritario, y es que los influencers han sabido ganarse a su público objetivo poco a poco pero con pasos agigantados. La cercanía, simpatía, personalidad y gran capacidad para compartir experiencias diarias con sus seguidores son algunos de los atributos que mejor definen a este grupo de nuevos triunfadores.
BeShiny |Marketing de influencia|